UNA HISTORIA PARA COMPARTIR (CAPITULO 3)

CAPITULO 3
STA. FILOMENA

Así fue que ese fin de semana nos fuimos felices a la casa, aun con el pronóstico de Leucemia sobre nuestras espaldas, el poder ir a la casa ese fin era como un regalo, Hoy recuerdo perfecto que fue lo que prepare de comer ensalada verde con queso fresco y espagueti, (el preferido de Anette, todo orgánico desde ese día).

Estando un poco más relajados y contentos por estar por fin en casa, Fue cuando de pronto los primeros síntomas de la quimio empezaron a hacerse presentes, Anette empezó a quejarse de que sentía algo raro en la lengua, decía que no la sentía, y de repente que le hormigueaba, era una molestia que no la dejaba, ojala ahí hubiera parado todo,Pues después de esto empezaron las dolores intensos en sus piernitas, Anette que en el hospital había estado algo renuente en cuanto a pedir a Sta. Filomena, en estos momentos abrazaba el cordón con la medalla de la Santa, Fue que a partir de ese momento, Ella empezó a tomarla como una amiga que la ayudaría a pasar con fe, el dolor que le causaba su enfermedad hasta el final de sus días, (Aunque como ya se los he comentado, ella prefería rezar antes que por ella por los demás. Mil veces le pedí hijita por favor pide al Señor que te cure, ella me respondía no puedo.)

Empezamos a ir cada jueves a la misa especial de Santa Filomena, en Maria Esperanza Nuestra 7:30 (Colonia Paseo Residencial, Monterrey N.L.)

Y saben que? ¡Califíquenme! por lo que les voy a decir, pero antes de que esta se diera, yo escribí las primeras palabras de agradecimiento por el milagro de su curación, realmente su remisión se dio aproximadamente a las cuatro semanas (cerca del cumpleaños de mi papa, que gran regalo), Por supuesto de inmediato fuimos a dar gracias a la Iglesia, Recuerdo bien los amigos y familiares que nos acompañaron ese día, Nos toco el turno al final de la misa de pasar al frente a dar nuestro testimonio, Les platicamos a todos algo de lo que ya les he comentado, Y a su vez los puse a ellos mismos de testigos del gran cambio, pues ellos en las anteriores misas habían visto como teníamos que llevar cargando a Anette, Pues ella no podía dar paso,( yo alcé la vista a los fieles presentes y vi como había gente llorando de emoción)
Ahora podíamos todos ver a una Anette recuperada ya en remisión, que paso al frente por su propio pie, junto con nosotros, Orgullosa, Feliz!
Fue así que trascurrió un año, si dificil, pero lleno de fe y pruebas de amor, Siempre que podíamos estábamos presentes en misa, hasta que volvió una recaída en septiembre de 2009, ya no se pudo ir regularmente, Pero Jorge seguía asistiendo cada vez que podia,  y al llegar nos platicaba lo que había escuchado, un día subió nuevamente al frente, pero esta vez para pedirles a todos oraran por nuestra hijita, la mayoría de los presentes lo reconocían y se acercaban a preguntar amablemente como seguía, poco a poco nos fuimos haciendo conocidos por la comunidad de esta parroquia, Y cuando Anette llegaba a ir, los ministros nos ayudaban y apoyaban con una franca sonrisa, pidiendo al sacerdote se acercara hacia Anette para que ella no caminara en la unción de enfermos.
Unas dos o tres semanas después del día que Anette nos dejo, les quiero platicar esto pues no les quiero engañar diciendo que siempre estuve tranquila, serena, no por supuesto que no, por mas fe que tengas, si el  mismo San Pedro titubeo, ¡Yo en mi miseria humana como no hacerlo!, estaba deprimida no quería ir a misa, no renegaba de mi fe en absoluto, solo sentía que en ese momento no sería abierta, sincera, mi visita a Sta. Filomena, Jorge al cual admiro y amo cada día más, recto en el camino correcto de la fe, Se fue con una retrato de Anette en las manos…………..yo me quede cobardemente en casa.

Jorge no sabía que ese jueves era una misa especial con Obispo, por lo que la misa duro más tiempo de lo normal, El se acerco con el sacerdote para platicarle lo de Anette, El sacerdote que conocía Anette pensó que
Si Jorge quería pasar al frente seria, para dar nuevamente las gracias por la recuperación de nuestra hija, ¡Se asombro al saber la noticia que Jorgito le estaba dando!
Que lo que quería hacer era dar gracias a todos por sus oraciones y  hablarles a todos sobre la misericordia de Dios Nuestro Señor, pues estaba seguro que había acogido a nuestra amadísima hija en su casa.

Esa noche llego a la casa, me platico que la misa había estado muy solemne, pero no me comento  de lo que él había pensado hacer ni de su plática con el sacerdote.
El siguiente jueves nuevamente Jorge me invito a ir a misa, no me pude negar a pesar de que según yo, no iba a poder estar sentada en esas bancas de nuevo ahora sin mi bombona, Pero esta vez tenía que ser solidaria con Jorge ya que ahora me había comentado sus planes de pasar al frente, Y asi fue agarre valor y finalmente me  fui solita pues el llego más tarde, Al oír el sermón del Padre Carlos, hablando sobre la verdadera fe, sobre la confianza que debemos tener todos en que Dios siempre obrara sobre lo que es mejor para nosotros, sobre pedir y no esperar nuestra voluntad sino la de él.,
Cuando llego Jorge y me pregunto cómo ves vamos a pasar?  Le conteste por supuesto no sabes de lo que se acaba de tratar el sermón, Y así fue que pasamos primero a agradecerles a todos las oraciones sinceras, de personas que tal vez no eran nuestros familiares ni nuestros amigos, pero eran nuestros hermanos en la fe, después platicamos con lujo de detalle, el por que estábamos tan seguros de la misericordia de Dios había llegado en el momento justo.

Después de esto el sacerdote dio unas palabras más,  las cuales agradezco infinitamente, Para todos los presentes dijo que en el tiempo que el tenia como párroco de esa iglesia, en donde cada jueves se oyen tantos testimonios de fe, jamás  había escuchado un testimonio de fe, como lo que ese día le había tocado oír de labios de Jorge, mi amado esposo….un papa ejemplar.

Hemos oficiado muchas misas por la memoria de nuestra hija, Le pido al Señor sean para regocijo de su alma blanca y pura que regreso a casa de dios, Pero sinceramente ninguna tan especial como esta vivida en Maria Esperanza Nuestra, nuevamente me senti en casa, supe que todo estaria bien.

Ese día recibimos el pésame de conocidos y desconocidos, QUE IMPORTA AL FINAL DE CUENTAS TODOS HERMANOS DE FE, muestras de apoyo, interés, de empatía por nuestro dolor, que siempre vamos a agradecer.

Yo les dije que  estoy tranquila, y  parte de mi resignación está en que un pedacito de mi , ya esta adentro del cielo.

"Has de saber, hija mía, que mis caudales y tesoros están cercados de espinas, basta determinarse a soportar las primeras punzadas, para que todo se trueque en dulzuras."
de las revelaciones a:
Santa Brígida